OBRA DE TERENCIO AFRICANO:
LAS COMEDIAS
- La Suegra: trata de una recién casada, cuyo marido está ausente, se va a casa de su madre; su suegro y su marido creen que lo ha hecho por no poder aguantar a su suegra; ésta, que es bondadosa y sin culpa, está dispuesta a dejar su casa para que puedan vivir tranquilos su hijo y su nuera; al final todo se aclara.
- El Atormentador de Sí Mismo: trata de un padre que se castiga a sí mismo con duros trabajos en el campo por haber provocado, con su severidad e incomprensión, la huida de su hijo, enamorado de una muchacha pobre y sin dote: vuelve el hijo y ambos se reconcilian, resultando además que la muchacha es hija de un rico vecino y amigo.
- Formión: trata de dos jóvenes primos, en ausencia de sus padres, se enamoran respectivamente de una huérfana y de una esclava citarista. El parásito Formión logra con sus artimañas que el primero se case con la huérfana y el segundo consiga dinero para comprar a la citarista.
Los Hermanos: trata de un padre que tiene dos hijos y cede uno de ellos en adopción a un hermano soltero y sin hijos. Éste lo educa con gran liberalidad, en contraste con la severidad que su hermano usa para educar al hijo con el que se ha quedado. Se demuestra que el método basado en la dureza del rigor es un fracaso, mientras que el método liberal es bueno.
- La Adriana: trata de un joven de buena familia que está enamorado de una muchacha pobre y sin familia, procedente de Andros; su padre quiere casarlo con la hija de un rico vecino; al final resulta que la muchacha sin familia es también hija de ese rico vecino, que había sido raptada en su niñez.
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